jueves, 6 de marzo de 2008

Mi querido:

Trato de ver la mañana que me despierta
Te juro que trato solo que se que es muy tarde para ello
Y como es tarde, se que aun no llega el ocaso
Hoy la noche parecía atardecer o amanecer (suelen ser parecidos) y se que tu verías como yo lo maravilloso de las nubes, los colores, los sueños que sin dueño se pasean por la brisa, que pasa por mis dedos, entre mi pelo y me levanta la falda

La noche se volvió negra pero no tengo temor, ni de no verte, ni de tenerte
No temo ni a tu forma de enredarte en mis sabanas citadinas, ni menos a tus maneras de hacer revolución con los ojos, las manos, los codos, tus chalecos y cigarros

Cuando uno comienza a renacer, mí querido, el huevo en el que se encuentra absorto, resulta un poco desagradable, el líquido amniótico no cambia su lugar y todo converge en que nacerás hedionda. La espalda esta encorvada y por cada movimiento de crecimiento y fuerza duele mucho, ¿sabes lo que se siente no estirar los dedos?, siento que al momento de ser parida nuevamente, toda la sangre mugrienta por mi, se escurrirá y caerá de golpe sobre las baldosas blancas de ese hospital con vista al mar, sentiré como me limpian, me estiran y me dan dolor para aprender a vivir así, como los hombres lo hacen, con dolor de amar, de odiar, le romperé en cada succión los pezones a mi madre fisis y ella a cambio con toda su bondad me dejara en el asfalto que se llueve solo, para aprender a caminar, a beber cerveza, a fumar, a elegir entre paragua o cogollo, a elegir entre vinos un nuevo nombre, ella me regresará a la vida de la que ahora me protege del daño, del sufrimiento de su lengua, para seguir y seguir.

Es todo tan oscuro y lúgubre, silencioso a veces y otras en cambio siento los ruidos que me dicen cosas que no entiendo, a veces también yo causo ruidos por que la música me sabe a ruido y lo único que logro escuchar son colores rojos. Decidí volver al origen como los hombres lo hacen: que nacen, viven y se vuelven bebes para luego morir, así quizás te vaya a ver y puedas entrar aquí, no es el mejor lugar del mundo y sin embargo cura toda clase de heridas. Yo se que sientes en algunas ocasiones que este no es tu lugar y que eres distinto a tu familia, que ese mundo no es para ti y sin embargo entramos siempre juntos a perdernos en bosques de eucaliptos, cuando no me hablas con la boca y me ocultas lo que siempre se, como cuando me conversas con los ojos y yo de un pestañazo le doy el remate final a tu habladuría seria con mis risas. Si quieres venir y me extrañas como anoche, te guardo, claro, ya no te contendré pero te puedo hacer un huequito a mi costado, prestarte mi costilla y de barro articularte una nueva alma menos doliente y mas valerosa, aunque en valor nos quedamos satisfechos tu eres el hombre mas valiente y con la lengua mas larga que he conocido “la cultura no es dura”, fue una frase que se me quedo junto al montón de fotos de tu espalda que guardo en la memoria
Me despido, adiós y espero verte pronto, te espero, llega a tiempo recuerda que puedo nacer en cualquier momento y tu me pierdas de repente. (O aprenda a escribir como se debe, sin faltas de ortografía y gramática)

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