lunes, 3 de noviembre de 2008

El olvido

Hoy no quiero tu cercanía,
porque me escupí el alma de celos

hoy no quiero nada tuyo aquí
porque la ultima esperanza se fue por el desagüe

ayer, por esperanza ciega atraqué tu existencia en la alambrada,
hoy como se vomitó sola la vida, no sirve de nada.

Hoy los celos, ayer la cárcel que hacia la ignorancia de la peste,
y no existían no se veían, hoy mi envidia mato la bondad de credibilidad

se esfuma y lo miro todo sin recelo ni bondad, sin sonrisas ni lagrimas,
tu desaparición no será cuestionada, ni mi vejamen

y como todo gira en redondo, la última brillantez de giro,
retumbó con la hiel de la mañana, ese gusto en la boca.

Tu último giro, otra vez sigue su forma sin mí,
mirando desde tu ronda infinita pasos fatuos.

Creo que esta cumbia retomaba otros ritmos en los que no están
los objetos que te construyen,

ni lo mas sano que te amarraba a mi cintura,
el buen cariño del aire redentor que salía de la hierba para taparte las dudas…

Un segundo. Ayer dos, hoy, y mañana las figuras giran y chocan,
la sangre corre y la risa inefable de la libertad absuelta por el odio y el egoísmo,

por la espera y la cobardía y la valentía y las violetas.
se desintegra tu imagen en la memoria, un condicional de ritmos cambiados. El olvido

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